En España, tanto la separación como el divorcio son vías legales para poner fin a la convivencia matrimonial. Sin embargo, existen diferencias clave que conviene conocer antes de tomar una decisión.
La separación legal no disuelve el vínculo matrimonial. Aunque los cónyuges dejan de convivir y pueden regular custodia, pensión o uso del domicilio, siguen estando legalmente casados. Esto significa que no pueden volver a casarse hasta que no se produzca el divorcio.
Por otro lado, el divorcio implica la disolución definitiva del matrimonio, permitiendo a ambas partes rehacer su vida, incluso contrayendo nuevo matrimonio. No requiere separación previa y puede solicitarlo uno solo de los cónyuges.
¿Cuál es la mejor opción legal según tu situación?
Ambos procesos pueden ser de mutuo acuerdo o contenciosos, dependiendo del grado de entendimiento entre las partes.
En nuestros despachos de A Coruña y Santiago de Compostela, analizamos tu caso y te ayudamos a elegir la vía más adecuada, ya sea separación como paso previo, o directamente el divorcio, velando por tus intereses y los de tus hijos si los hay.
¿Necesitas orientación para iniciar tu separación o divorcio?
